El mundo efímero escenario de lucecitas amarillas.

Nos quedamos atascados en un mundo equivocado donde no existen las gracias ni el perdón.

Calla la murga, guarda silencio en el costado.

Vengo de un sitio perdido en el Sur, entre gallegos y tanos, soy un criollo mestizo y cantor, que se acunó con el tango compadrón, madre milonga llorando su amor, padre tambor africano y el paso doble de un barco a vapor, herencia de gaditanos y mi tongo corazón late a tiempo de camión, dario, feria y mostrador, bohemio y reo.

Montevideo - Tabaré Cardozo.