+ Me armé de coraje esta mañana y corrí hasta tu ventana, grité fuerte que te amaba y vos tu sonrisa me regalabas. Y me desperté, estaba soñandolo, una llovizna cae.
Tu costumbre de amarme, mi fe, el silencio y la vida que duerme en un vagón de tren. Tu contrato fugaz, la memoria, este hilo de voz, las quimeras que surcan estrechos y este corazón que persigue tu rastro en la alfombra de la habitación.