domingo, 25 de enero de 2009

Está en la flor de la edad, pero está cansada de esperar.


Siento angustia causada por pequeñas dudas que me muestran como es la vida, pero contradictoriamente cada segundo mi felicidad aumenta, aumenta al sentir que lo tengo tan cerca. Al reconocerlo entre miles, es él, es único y vino a buscarme después de tan larga espera, él está ahí, mirandome, esperando que corra hacia él. Tengo miedo, ansiedad, solo quiero abrazarlo y decirle lo mucho que lo quiero.. él se sentó y me esperó, yo en silencio a corta distancia hice lo mismo. Nunca una palabra, solo miradas. Me levanté y lo besé. Un beso corto, dulce, rozando los labios al pasar, me acerqué a su oido y lentamente dije "nos volveremos a ver". Agarró mi mano con fuerza, como para que jamás perdiera su calor, puse mi mano en su pecho y resignada partí entonando un "no me olvides". Caminé hasta la más proxima esquina solo quería darme vuelta y observarlo por última vez para no perder ningún detalle en mi memoria, al voltearme ya no estaba, solo secas hojas amarillas volaban. Sí, era lo que tanto esperaba.

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