jueves, 5 de febrero de 2009

Es tiempo de crecer


Si de esto se trata…
Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Aprende que el amor no significa deseo, y una compañía no significa seguridad. Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas… empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, construye todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Entendes que de verdad podes aguantar, que uno es fuerte y uno… ¡Realmente vale! Que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos sin pretender algún cambio puede brindarte toda la felicidad que deseas. Te vas dando cuenta de que si estas al lado de aquella persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás pidiendo no volver a verla. Entendes que los verdaderos amigos son contados y quien no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado de falsas amistades; que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida, y disculpar cualquiera lo hace… perdonar es solo de almas grandes. Saber que si has herido a un amigo duramente es poco probable que la amistad vuelva a ser igual, y aunque seas feliz con tus amigos algún día lloraras por aquellos que dejaste ir.
Así te darás cuenta de que cada experiencia vivida con aquellas personas elegidas a lo largo de la travesía es irrepetible.
Valores, valor, valorar… palabras fuertes e importantes, significan tanto que muchos aún no descifran sus sentidos. Valores, demasiados, algunos que jamás conoceremos. Valor, una virtud de pocos, pero grande, muy grande. Valorar… la vida, la amistad, el amor, a los hijos, los padres, al otro, al diferente, a las pequeñas cosas, a los momentos, a lo hermoso y a lo desconocido también, valorar al mismísimo valor de las cosas, eso es importante, eso es valorar. Ocuparse de lo pequeño y de apoco proyectarse, encargarse minuciosamente del sentido en un abrazo, de la sencillez que te puede regalar compartir un silencio, una palabra, un “te quiero”.
Es así como sabrás que apresurar las cosas o forzarlas a que sucedan ocasionará que no resulten como esperábamos, y que lo mejor no es el futuro sino el momento que estamos viviendo… intentar pedir perdón o perdonar, decir que amas, que extrañas, que necesitas… y a los que ya no están, no tiene ningún sentido, desafortunadamente, solo con el tiempo aprenderás.


Mnemósine.


Concurso de Literatura 2008
Tema: Valores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario