martes, 10 de marzo de 2009

No existes.

Alguna vez fue que planeamos hacernos todo el daño de una vez dictando una sentencia desafiante no existes. La polaroid sobre la silla un brillante truco de apariencia tu presencia es mi pesadilla no existes. Como un extraño tic nervioso arrojo palabras gestos contra la pared. Toda una noche embalsamados golpee las mismas caras una y otra vez temí por mi cerebro aprisionado en una trama vulgar. Quizas deba tomarme una revancha aun tenemos cuentas que saldar deslizare mi puño por tu espalda no existes.



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