viernes, 12 de febrero de 2010

Bitacora de un viajero.

Ubicación: PINAMAR- PLAYA- COCODRILO.
Hora: 1.30 a.m.
Fecha: 08/02/2010

Se me ocurrió irme a la playa, sola, con un atado de camell, un bic amarillo y el celular (apagado).
Me senté frente al mar que estaba calmo como nunca. La arena, fría y el cielo, repleto de estrellas. Fumé un cigarrilo y luego me acosté, casi 45 minutos estuve así, fue un momento único. Sin gritos, sin discuciones, sin palabras, sin personas.. sólo el mar, el viento, la arena y yo. Me volví a sentar y con los ojos cerrados aprecié el sonido del mar, perfecto.

En el horizonte ví una luz y al estar sóla comencé a fantasear. Un barco pensé.. hasta que empezó a elevarse y ahí me asusté, descubrí más tarde que era la luna, parecía un eclípse pero no podía durar tanto tiempo, era simplemente la luna, en su último día, mañana habrá luna nueva, eso está dicho.. y me hizo sonreír, porque era tan hermosa, casi naranja, bien angosta, bellísima, sí, en su último día, así es cada mes, pero yo.. nunca le había prestado atención, como a tantas cosas.. es que el mundo va tan rápido, las personas, las palabras, yo.

Anoche, acá, en el lugar que más puedo detestar en el mundo, descubrí que "no hay tiempo para ser feliz", no porque no lo haya sino porque uno no se obliga a crearlo. Sean 15 minutos, 45 o dos horas, uno..
necesita su tiempo para ser feliz.

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