Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo.
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angola, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Hironía como Hironía no hay...Ironía puede ser, pero tampoco.
ResponderBorrarLo que escribí, sí...es de verdad.
Pensé por un momento que la vida me sonreía, y por suerte sigue así.
PD: obviamente, como bastante pánfila, que soy ME ESTABA REFIRIENDO AL AMOR Y LOS HOMBRES.
lov u so much