Sólo hacía 7 meses que te conocía, eras como un payasito feliz que siempre venía con quejas entre sonrisas en esas tardes de noviembre/diciembre calurosas cuando lo único que sabíamos hacer era aburrirnos del curso y fumar en cualquier lado posible. Siempre te decía que te conocia de algún lado y vos que no.. eternas discuciones sin sentido buscando algún punto en común concluyendo en noviazgos de una vida pasada, (sé que si leyeras esto toda la discución volvería a empezar).
Hoy con un hilo de voz y casi sin sentido me enteré de la decisión que tomaste, pensé que era una broma, sólo me salía decir que era mentira, que era imposible, pero no. Quizás, allá, donde estes, seas más feliz.. no lo sé realmente y aunque no entienda, no me entre en la cabeza lo que hiciste te recuerdo con lo mejor que me regalaste. Tu sonrisa.
Era cada día antes de entrar verte a lo lejos, que me hagas un gesto e ir a saludarte, que me des esos besos y abrazos únicos. Era saber que los lunes cuando perdía boca no se te podía hablar del tema porque no. Era cruzarnos en los recreos y obviamente, quejarnos de lo que habíamos tenido hasta ese momento. Robarte puchos, fuego, pegarte al pasar, VERTE, todos los días. Hoy casualmente te busqué.. obviamente no te entontré y me pareció raro.
Te vamos a extrañar Pablito, por lo poco que te conocí eras un tipo gigante, cariñoso, divertido, gracias por haberme dejado compartir este tiempo con vos.
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